De las cifras de ejecución presupuestaria del Ministerio de Economía se desprende que en los primeros cinco meses del año ya se comprometió un 90% de los recursos asignados para cubrir los gastos de generación del sistema eléctrico. En rigor, hasta el 11 de junio de 2014 se habían devengado $ 25.384,2 millones y comprometido la ejecución de $ 32.701 millones, es decir, un 90,2% de la cifra prevista para todo el año en presupuesto 2014 ($34.588 millones).
El salto de los subsidios en lo que del año se explica por la devaluación del peso, que se depreció casi un 30% en los últimos siete meses y también por la demora del Gobierno en avanzar con la actualización de las tarifas eléctricas de Capital Federal y el Conurbano bonaerense, una decisión que estaba prevista para fines de marzo pero que se postergó hasta septiembre.
En la industria explican que el plan del Gobierno que busca reducir los subsidios energéticos, que representan casi 3 puntos del PBI, chocó de frente contra la devaluación del peso en enero. Por un motivo simple: el presupuesto 2014 fue hecho sobre la base de un dólar de $ 6,33 (ayer cerró a $ 8,15), pero ahora hacen falta más billetes para comprar los dólares que se requieren para pagar los productos energéticos que consume la Argentina, tanto los de importación como los de producción doméstica.
Desde la mirada del Gobierno, además, hay que contar otro agravante: todavía no comenzó la etapa más crudo del invierno. Cuando las temperaturas bajan, aumenta el consumo de electricidad, así como la demanda de combustibles alternativos al gas (cuya producción es menor que la demanda doméstica), por lo que se requieren mayores importaciones, todas subsidiadas. En otros términos: harán falta más recursos para cubrir esa factura, dado que los pesos que se recaudan por tarifas –en el área Metropolitana están prácticamente congeladas desde hace 10 años- son insuficientes para solventar los costos del sistema.
Fuente: El Inversor Online
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