Una subida de la temperatura global de cinco grados haría colapsar al ser humano

El reputado científico inglés James Lovelock, ha fijado el "inevitable" punto de no retorno climático y el consecuente colapso humano en el aumento de los termómetros en cinco grados centígrados, algo que se ha mostrado convencido de que sucederá, si bien no es posible determinar cuándo. En rueda de prensa, el científico ha recordado que episodios de calentamiento globales similares ya sucedieron antes en la Tierra, por lo que no es de extrañar que se repita en un futuro, si bien el actual ritmo de calentamiento es 25 veces superior ahora, ha especificado. De seguir como hasta el momento, en 500 años se podría alcanzar el citado aumento de cinco grados, ha comentado.


A pesar de lo demoledor de sus vaticinios, Lovelock no ha perdido la sonrisa para afirmar que a él también le gustaría saber cuándo se llegará al "punto de no retorno", puesto que es imposible saber si sucederá en un siglo o en mil años y, en cualquier caso, lo único que puede hacer el hombre es "adaptarse".

Dicho escenario futuro implicará la desertización de grandes zonas de la tierra, el desplazamiento de los bosques tropicales hacia latitudes más frías, el deshielo de los polos --donde podrían volver a vivir cocodrilos, ha ironizado Lovelock--, y las consiguientes emigraciones masivas en busca de zonas habitables.

Como muestra de lo "inevitable" y lo cierto de este proceso de calentamiento progresivo, ha recordado que el nivel de los mares sigue creciendo a una media de 3 milímetros cada año, otro efecto colateral que tiene el calentamiento. Entre las recetas para la adaptación el hombre, Lovelock ha insistido en la necesidad de utilizar también la energía atómica --argumento basado en la baja emisión de esta industria de CO2, lo que ya le valió las críticas de grupos ecologistas--, así como la energía solar y el gas natural, entre otras fuentes energéticas.

El nonagenario científico, que se ha declarado ecologista, ha asegurado que el hombre no puede sentirse "culpable" por el punto al que se ha llegado, aunque sí puede hacer cosas por mitigarlo, ya que la revolución industrial se hizo para tener energía y ganar dinero, no con la intención de calentar la Tierra.

El principal lamento de Lovelock se centra en la incapacidad de los gobiernos por adoptar posiciones comunes para hacer frente al calentamiento global, si bien ha reconocido que es "muy difícil" cambiar la tendencia actual.

Fuente: http://www.ecoticias.com/

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