Situación actual, perspectivas y oportunidades en nuestro país

En la actualidad, Argentina cuenta con una capacidad instalada de energías renovables de 4.685 MW, de los cuales un 68% corresponde a eólica, seguida por un 16% de solar fotovoltaica, un 11% de hidráulica menor a 50 MW y un 5% de bioenergías (biomasa y biogás). Podría no parecer mucho si se compara la foto actual con otros países de la región como Brasil y Chile. Pero, si vemos el desarrollo en el tiempo, se logró implementar vertiginosamente en tres años la misma capacidad instalada eólica que a Brasil le llevo siete.

En 2017 el país poseía 753 MW instalados de renovables, lo que se traduce en un crecimiento exponencial superior al 600% en 4 años. Algo que muy pocos países en situación similar han podido lograr. Lo cual, llevó a que lo realizado sea reconocido y estudiado en Harvard como caso de éxito. Las razones de dicho suceso son varias, los reconocidos y abundantes recursos de viento y sol de clase mundial, un marco regulatorio robusto, programas de implementación cubriendo licitaciones públicas (RenovAR), contratación de energía entre privados (MATER) y generación distribuida, junto con la condición fundamental de encontrarse en un periodo macroeconómico favorable. Para volver a lograr nuevamente un impulso similar es necesario estabilizar la economía con el objetivo de acceder a condiciones financieras propicias para este tipo de proyectos.

Con la misma premisa, se debe avanzar en la ampliación del sistema nacional de interconexión eléctrica y ampliar el cuello de botella existente de la capacidad de interconexión a la red. ¿Por qué debe insistirse en la implementación de las renovables? Se debe cumplir con la obligación de ley 27.191 que establece el objetivo mínimo de cubrir el 20% de generación eléctrica a partir de fuentes de energías renovables para el año 2025. También el compromiso respecto a la reducción de emisiones asumido por el gobierno ante el acuerdo de Paris.

La eólica es la energía eléctrica más económica de Argentina en un escenario sin subsidios y junto con la solar fotovoltaica se posicionan como las principales fuentes de energía del futuro. Argentina debe desarrollar su potencial renovable hasta que no sea económicamente conveniente. Lo importante es lograr la mayor eficiencia que resulte en un menor costo para la demanda. Priorizar la afectación social, climática y ambiental en la decisión, acompañando al mundo en dirección a un escenario de postpandemia de mayor consciencia, no hay tiempo que perder y las generaciones futuras así lo exigen.

¿Cuál es el panorama actual y que oportunidades existen? La realidad parece indicar que enfrentaremos un valle en el corto plazo en cuanto a la realización de nuevos proyectos, aun así, la abundancia a la que nuestro país nos tiene acostumbrados nos brinda una nueva oportunidad, la posibilidad de situarnos dentro del top tres del ranking internacional como productor y exportador de hidrogeno verde. Se lo denomina verde por ser producido a partir de fuentes de energías renovables. Hoy es indicado como la solución a nivel mundial para luchar contra la emergencia climática actuando como vector energético con múltiples aplicaciones finales, descarbonizando la generación eléctrica, el transporte, e industrias históricamente dependientes de los hidrocarburos como las mineras, petroquímicas, de fertilizantes y acerías.

Organismos de renombre internacional nos sitúan como uno de principales países en el mundo con las condiciones óptimas para la obtención del fluido a costos competitivos tales que vuelvan factible el mercado internacional del hidrogeno verde esperado. Esto se debe a las condiciones superadoras de los recursos eólico y solar mencionados, sumados a la amplia superficie disponible para la implementación masiva de parques.

Multiplicando nuevamente de forma exponencial la capacidad instalada actual, aunque esta vez destinada a otro fin. La situación posee similitudes a lo sucedido hasta ahora, hemos demostrado que tenemos la capacidad de obtener resultados extraordinarios rápida y asombrosamente, si nos los proponemos. Argentina se encuentra ante una oportunidad única, imperdible e impostergable que debe aprovechar.


Publicar un comentario