Cámaras de comercio e industria de España y Alemania alertaron que México debe corregir el rumbo sobre el uso de energías fósiles rápidamente, de lo contrario el país podría perder su atractivo para los capitales extranjeros.

En el foro virtual “Inversión y Comercio: Perspectiva de España y Alemania frente a la recuperación económica”, Stefan Deuster, presidente de la Cámara Mexicano-Alemana de Comercio e Industria (Camexa), dijo que sería una catástrofe si no se corrigen las últimas tendencias que dan prioridad a los proyectos de energías fósiles, a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

El representante de las compañías alemanas instaladas en México, entre las que destacan automotrices como Volkswagen, BMW y Audi, señaló que la nación mexicana tiene gran potencial para energías renovables como la eólica y la solar, pero se requiere de inversión privada para aprovecharlo. “Yo tengo la confianza de que se puedan corregir todavía las últimas tendencias, pero hay que hacerlo rápido”, mencionó.

“Será una catástrofe si no se corrigen las últimas tendencias de priorizar las energías fósiles”, afirmó Deuster sobre el giro en la política energética que el gobierno actual ha hecho para favorecer a Pemex y CFE.

Por su parte, Antonio Basagoiti Pastor, presidente de la Cámara Española de Comercio en México (Camescom) dijo que México tiene la posibilidad de atraer más inversiones en el sector privado siempre y cuando se cumpla con el marco legal existente y se respeten los contratos ya establecidos.

Aseguró que México podría ganar esas inversiones que quieren otros países, fortaleciendo valores de respeto y acuerdos de los tratados.

Por ello pidió una mayor certeza jurídica para las inversiones procedentes de empresas de la Unión Europea, que tan sólo en 2019 alcanzaron cerca de 180,000 millones de dólares.

“En la medida que se pongan valor y se aprecien las inversiones, se crearán las condiciones para que más empresas inviertan en México. En el sector energético mexicano hay un potencial de inversión, un tipo de inversión responsable, sostenible y eficiente y una inversión que ayudaría a cumplir los compromisos medio ambientales y acuerdos internacionales”, aseveró.

Cabe recordar que este año las autoridades regulatorias mexicanas en materia energética han tomado medidas encaminadas a limitar el despacho eléctrico de proyectos renovables, bajo el fundamento de mantener la estabilidad del sistema eléctrico en medio del desajuste de demanda eléctrica que causó la contingencia sanitaria por el COVID-19.

El pasado 5 de octubre, Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, y empresarios anunciaron el plan de inversión para reactivación económica, por cerca de 14,000 millones de dólares en proyectos de infraestructura y energía, para tratar de dinamizar la maltrecha economía.

El mandatario mexicano aseguró que dicho plan va más allá de proyectos de infraestructura, sino que también contempla acciones en el sector energético.

“Va a significar que haya más inversión para proyectos de infraestructura en el país, proyectos del sector energético, todo lo que tiene que ver con comunicaciones, estamos trabajando de manera conjunta el sector público, el social y el privado, los tres motores que se requieren para reactivar la economía”, indicó.

Sin embargo, el gobierno de México sigue apostando por energías fósiles, ya que dicho plan implica inversiones en 39 proyectos por 297,344,000 de pesos, entre ellos una planta coquizadora en la refinería de Tula de la estatal Pemex, en el estado central Hidalgo, por 54,000 millones de pesos.