Descrito como «verdaderamente único», 72 stacks, o módulos en los que tiene lugar la electrólisis, se han integrado en la producción y la infraestructura de la planta de Ludwigshafen. Se trata del mayor proyecto de este tipo realizado en Alemania hasta la fecha, lo que lo convierte en un importante pionero en la lucha de la industria por alcanzar los objetivos climáticos.
El electrolizador de agua podría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en hasta 72.000 toneladas métricas anuales.
Un gran paso para la producción de hidrógeno
El mayor electrolizador de membrana de intercambio protónico (PEM, por sus siglas en inglés) de Alemania utiliza electricidad procedente de fuentes renovables para producir hidrógeno sin emisiones. A continuación, el hidrógeno «se introduce en la red de hidrógeno Verbund de la planta y se distribuye a las instalaciones de producción como materia prima», explica el comunicado de prensa de BASF.
La robusta máquina proporcionaría sobre todo materia prima para productos químicos, ya que la demanda de mayor rendimiento y menos residuos ambientales es cada vez mayor. Actualmente, el hidrógeno se utiliza para producir amoníaco, metanol y vitaminas.
Además, BASF «suministrará hidrógeno para la movilidad en la región metropolitana Rin-Neckar, apoyando el desarrollo de una economía del hidrógeno en la zona».
En palabras de Katja Scharpwinkel, miembro del Consejo de Dirección de BASF SE y Directora de la planta de Ludwigshafen, «la puesta en marcha del electrolizador nos permite ayudar a nuestros clientes a alcanzar sus objetivos climáticos ofreciéndoles productos con una menor huella de carbono».
«Al mismo tiempo», prosiguió, »estamos adquiriendo experiencia en nuestro mayor emplazamiento de Verbund con la integración y el funcionamiento de un sistema que nos acerca un paso más a la transformación de nuestra planta principal de Ludwigshafen. Nos alegramos de que el gobierno federal y el del estado federado hayan reconocido la importancia de esta tecnología y nos hayan prestado un importante apoyo para la ejecución del proyecto».
El Estado de Renania-Palatinado y el Ministerio Federal alemán de Economía y Acción por el Clima aportaron hasta 124,3 millones de euros para la construcción de la planta.
El electrolizador PEM de 54 MW generará 8.818 toneladas de hidrógeno al año, en sustitución del hidrógeno gris.
Emisiones netas cero: el objetivo
«BASF ha emprendido un ambicioso camino hacia las emisiones netas cero», declaró Katrin Eder, Ministra de Protección del Clima, Medio Ambiente, Energía y Movilidad del Estado federado de Renania-Palatinado.
«Además de aumentar progresivamente su generación de electricidad y calor de proceso a partir de energías renovables, la empresa también tiene previsto utilizar materias primas renovables como alternativas a las fuentes de energía fósiles empleadas actualmente, como el gas natural».
Diseñado para producir hidrógeno verde como materia prima, el nuevo electrolizador de la planta de Ludwigshafen representa un hito importante y contribuye a la consecución de los objetivos de protección del clima de Renania-Palatinado».
Udo Philipp, Secretario de Estado del Ministerio Federal de Economía y Acción por el Clima, añadió: «En la planta de Ludwigshafen se ha hecho realidad un proyecto emblemático para la integración del hidrógeno en un centro de producción química.
A través de esta colaboración, BASF está demostrando cómo puede ser en la práctica la descarbonización del sector industrial e inspirando nuevos avances tecnológicos».
«BASF está dando ahora un paso importante en la transformación de la tecnología de producción de hidrógeno», concluyeron.
Fuente: World Energy Trade
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