¿Por qué la energía Eoloeléctrica?

El día jueves 22 de febrero, fue publicada en el diario Clarín una nota de la AAEE sobre la energía eólica realizada por el Dr. Erico Spinadel, en un suplemento especial de energía en conmemoración del día mundial de la energía.



En la actualidad, todo el mundo se demuestra preocupado por la contaminación del medio ambiente. Es vox populi y muchas veces el que habla del tema demuestra su desconocimiento del mismo, ya que hemos escuchado en algunas oportunidades la pregunta que formula con tono de crítica “… y por qué no del ambiente entero?” Lleva a nuestro recuerdo tiempos lejanos de nuestra época de estudiantes del Otto Krause, cuando un legislador nacional en su alegato demostraba sus conocimientos lingüísticos lanzando a voz de trueno que, tal como ya decían los antiguos Romanos, la vaca no habla…

Bromas aparte, se está definiendo cual debería ser el futuro energético de nuestro planeta y en conjunto, el de cada país, incluida Argentina. En pocas palabras intentaremos demostrar por qué, según nuestra opinión, la energía eoloeléctrica es uno de los pilares de dicha construcción. Comenzamos con un breve repaso de algunos conocimientos básicos generales:
 Cuanta más energía eléctrica se utilice en un determinado proceso, menos energía total demandará el mismo. 
 No hay forma de generación de energía eléctrica, sea hidrocarburifera o renovable, que no produzca algún impacto ambiental en alguna de sus etapas, desde la fabricación de los equipos, montaje, operación y mantenimiento, hasta su desmantelamiento. 

El cambio climático afectado gravemente por las emisiones de gases de efecto invernadero, es de un impacto alarmante al día de hoy. Uno de los principales fundamentos del cambio de paradigma energético, en busca de la preservación del medio ambiente, en conjunto con la utilización de fuentes renovables de bajo impacto ambiental.

En respuesta a esto y según nuestros conocimientos y experiencia, la energía eoloeléctrica es la opción de generación menos contaminante y la de mayor nivel de desarrollo tecnológico. Su “combustible” es gratuito, abundante e inagotable, especialmente en nuestro país. Si bien durante todas sus etapas, fabricación, transporte, instalación, mantenimiento y desmontaje genera ciertas emisiones de CO2, lo hace en cantidades muy inferiores a las restantes tecnologías de generación incluso provenientes de fuentes renovables. 
Con relación a la conversión fotovoltaica además el balance energético entre demanda y recupero es muchísimo mejor para eoloeléctrica.  En otras palabras, la energía eoloeléctrica generada es decenas de veces superior a la requerida para su generación en comparación con lo que sucede en el caso fotovoltaico, donde en el mejor de los casos se devuelve unas diez veces la demandada para generarla.

El segundo principio de la termodinámica dice que todo proceso implica una transformación de energía, donde parte de ésta se pierde en calor no recuperable. En otras palabras, que en ninguna transformación energética el rendimiento es del 100%.

Esa energía perdida se conoce con el nombre de entropía, la cual fatalmente va en continuo aumento. Ludwig Boltzmann, en el siglo XIX, dijo que las especies que sobreviven son aquellas que logran que la entropía de su ambiente aumente de la forma más lenta posible.

Con la conversión eoloeléctrica mejor lo logramos con relación a las restantes renovables.

Asimismo es importante tener en cuenta que al escuchar las palabras Energía Eólica, no puede evitarse pensar en las torres, ya instaladas al oeste y sur del país, cuyas dimensiones llegan a sobrepasar los 100 metros de altura. Es decir aerogeneradores de alta potencia, que sobrepasan la escala del MW. 

Sancionada la ley de generación distribuida en la Argentina, aún no reglamentada, nace la posibilidad de la generación eoloeléctrica por particulares mediante molinos de baja potencia. Estos aerogeneradores están diseñados con eje vertical (Savonius o Darrieus) pero de menos longitud que las torres usuales en los de eje horizontal para suplir a las industrias o zonas aisladas de la red eléctrica aún con vientos moderados. Ambos tipos de molinos tienen además la ventaja de que el mecanismo de generación puede estar ubicado casi a ras del suelo, con lo que se evitan muchos problemas gremiales.

En varios países de los 5 continentes se utilizan en la actualidad en generación distribuida para suplir la energía demandada por escuelas, hogares y hasta incluso centros públicos.


Erico Spinadel
Presidente


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