La designación del nuevo presidente de Enarsa tiene ribetes políticos, pero también es clave para garantizar el funcionamiento administrativo de la compañía. La mayoría accionaria de la empresa -creada en 2004 por orden del ex presidente Néstor Kirchner- responde al Ministerio de Planificación, a cargo de Julio De Vido, que a través de Espinosa mantenía el control de la organización. Ahora, sin embargo, Kicillof apunta a liderar una profunda reestructuración de la entidad. A tal fin, esta semana Carbajales le pidió la renuncia a la mayoría de los gerentes de área de Enarsa y directores de subsidiarias como Enarsa Servicios y Vientos de la Patagonia. Lo hizo, en rigor, sin las facultades legales necesarias. “La renuncia se presenta ante el Directorio. No ante el vicepresidente, que en este caso, además, ejercía en la práctica como un subgerente”, cuestionó un técnico de la empresa.
juan josé carbajales, director de Enarsa
La asamblea de hoy será clave, en ese sentido, para ver cómo empieza a reintegrarse el Directorio, que con la salida de Espinosa perdió el quórum mínimo para funcionar y tomar decisiones. De ahí la premura del Gobierno por encontrarse un reemplazante. El directorio -que precisa de al menos cinco integrantes para operar- hoy está conformado por sólo cuatro nombre: el del propio Carbajales, Fernando Salim, José Ramón Granero (ex titular del Sedronar), todos ellos directores Clase A, y Tamara Pérez Balda, directora clase B y C en representación de las provincias petroleras. En junio, a su vez, está prevista la designación de dos nuevos directores en reemplazo de Aldo Ferrer y de Ricardo Cabrera (que renunciaron hace dos años) para recuperar una asamblea con siete miembros, tal como marca el estatuto de la compañía. “Ahora lo importante es definir un presidente interino para recuperar el funcionamiento”, advirtieron a El Inversor Online fuentes de la empresa.
Si bien muchos señalan a Carbajales como el principal candidato, su nombramiento no es seguro. “No creo que lo designen. No tiene la formación adecuada. Pero ya está haciendo el trabajo sucio para desplazar a los gerentes que respondían a Espinosa”, comentó un ingeniero que sigue de cerca la interna.
Carbajales es un abogado y un politólogo de La Cámpora que, sin embargo, cuenta con casi nula experiencia en el sector energético. Su escasa expertise en la industria petrolera es su principal falencia. En Enarsa cuenta con dos laderos: el sociólogo Gastón Ghioni, que se desempeña como gerente de Administración y Finanzas, y Yanina González, designada en el área de Compras y con un curioso paso por el gobierno macrista en el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires.
Fuente: http://elinversoronline.com/
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