
A nivel local, la compañía está a cargo de otros cinco parques (cuatro en Santa Cruz y uno en La Rioja), además de haber ganado licitaciones en Chubut (Malaspina I y II) y tener un acuerdo firmado con Santiago del Estero.
Por si fuera poco, en los últimos días se confirmó que recibirá financiamiento de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) para llevar a cabo la construcción de una central de generación eólica en la localidad de Koluel Kayke (Santa Cruz). Denominado Koluel Kayke II, el emprendimiento demandará un desembolso de u$s 81 millones, de los cuales 52 millones serán aportados por la CAF y el BICE mediante un préstamo a 10 años. Impsa Wind, por su parte, erogará los u$s 29 millones restantes.
Distinguida por la revista internacional de finanzas CampdenFB, en alianza con la consultora Ernst & Young, como la empresa familiar de mayor crecimiento del mundo, actualmente Impsa tiene en sus manos proyectos eólicos en construcción por 285 MW, en operación comercial por 322 MW, con acuerdos por compra-venta de energía con una capacidad de 535 MW y en distintas fases de desarrollo por 1.200 MW.
Entre parques en marcha y en carpeta suma una capacidad de más de 1.800 MW en la región, por encima de los 1.300 MW de Vespas, los 1.000 MW de Acciona, los 300 MW de Abengoa y los 250 MW de Iberdrola.
Expansión en suelo charrúa
El crecimiento de la división eólica de Impsa en Latinoamérica no se limita a los mercados de Brasil y la Argentina, ya que también maneja proyectos atractivos en Perú y en Chile, y acaba de adjudicarse la instalación de un importante complejo de 50 MW en Uruguay. Según el contrato suscripto, durante los próximos 20 años la empresa del Grupo Pescarmona le venderá energía limpia al vecino país a u$s 63,5 por MWh.
“Esta obra nos representará una inversión cercana a los u$s 100 millones, monto necesario para la construcción y montaje de 34 generadores con una capacidad de 1,5 MW de potencia cada uno. Tenemos previsto conseguir parte de ese dinero mediante un crédito internacional e ir pagando el resto con lo que recaudemos por la venta de energía a la empresa estatal uruguaya UTE”, precisó Guiñazú. «
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