“Es el final de un proceso de siete meses de negociación que empezó en noviembre pasado, cuando Skanska puso a la venta los activos en la región. Se cerró en 900 millones de pesos”, dijo una alta fuente del holding que pertenece a la familia Perez Companc.
La constructora se había enfocado en los últimos años en los servicios petroleros. Después del llamado “caso Skanska” -una investigación judicial por presunto pago de sobreprecios en una obra en los gasoductos operados por Transportadora Gas del Norte (TGN)-, la empresa inició una profunda reestructuración en el país. Además de cambiar el management, salió del mundo de la obra pública. Fue entonces cuando se concentró en la construcción y el mantenimiento de pozos de petróleo.
Actualmente, la empresa es la número uno en ese mercado. “Compramos la empresa más grande en servicios petroleros; tiene el 30% del mercado”, dijo la fuente.
A partir del 3 de agosto, la empresa cambiará de nombre. Desde entonces en la Patagonia se volverán a ver los cascos y las camionetas pintados con la marca Pecom Servicios y Energía. “La adquisición tiene como sentido estratégico participar en la expansión del sector hidrocarburífero argentino, tanto en las explotaciones convencionales como en las no convencionales, desde una plataforma de servicios y obras y no como titular de concesiones petroleras”, dice el comunicado de Perez Companc Family Group (PCFG).
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