Desde la empresa se ha explicado que el cambio de los elementos aerodinámicos busca optimizar el diseño y garantizar una mayor producción de energía. El parque eólico es una joint venture entre la empresa estatal Enarsa y el gobierno de La Rioja, que entró en funcionamiento el año pasado. Otras 12 turbinas se agregarán próximamente, para duplicar la capacidad hasta los 50,4 MW.
En cualquier caso, la decisión de Impsa de cambiar las 36 palas de los aerogeneradores parece dar por tierra con la versión que desde partidos políticos opuestos al gobierno provincial -del mismo color que el nacional- sostiene que el parque eólico no está conectado a la red y es “un cementerio de las palas”.
Si esto fuera así, parece excesiva la atención en realizar modificaciones -onerosas por otra parte- en equipos que no prestan ninguna utilidad concreta.
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