La segunda etapa del proyecto consiste en la recolección e interpretación de datos como presión atmosférica del lugar, velocidad, temperatura, humedad y dirección del viento, que estudiantes de la carrera de Ingeniería Electromecánica del ITESME realizarán durante 12 meses; en ese lapso deberán generar cuatro reportes parciales con la información recabada.
Al concluir las mediciones se elaborará un reporte final, que dirá si la región de San Ignacio cuenta con las condiciones apropiadas para construir ahí una granja eólica; de ser así, el reporte incluirá una propuesta para configurar el sistema de aerogeneradores en la zona, que beneficiaría a más de 52 mil habitantes en el municipio de Mulegé con energía eléctrica obtenida de una fuente no contaminante.
La laguna de San Ignacio forma parte de la Reserva de la Biósfera del Desierto de El Vizcaíno, donde cada año arriba la ballena gris para reproducirse, razón por la cual, destacó Yolanda Álvarez, los pobladores procuran mantener el lugar en las mejores condiciones, y promueven el uso de productos orgánicos, así como la generación de energía a través de fuentes renovables. El estudio de potencial eólico de la Laguna de San Ignacio tendrá un costo de 791.34 mil pesos, aportados por el ITESME, BedgOM y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), a través del Programa de Estímulos a la Innovación PROINNOVA 2010.
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