Durante la presentación del trabajo, el subsecretario de planeación y transición energética del Gobierno mexicano, Leonardo Beltrán, enfatizó que la transición hacia este tipo de energía vendría acompañada de una reducción del 22% en las emisiones de gases de efecto invernadero. En términos de dióxido de carbono (CO2), la reducción sería de 54 millones de toneladas.
A nivel económico, esta consolidación aportaría USD 29,000 millones en el producto interior bruto (PIB) del país y generaría más de 200,000 empleos.
No obstante, el subsecretario insistió en que el estudio advierte de que para que esto pueda cumplirse es necesario incrementar en al menos un 16% la generación solar distribuida, así como en un 6% la captación de energía eólica.
El Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen) percibe como necesario un incremento de 32 GW en la capacidad de las tecnologías limpias en los siguientes 15 años. De este modo, la capacidad para las fuentes de energía renovables en 2032 sería de 14.8 GW en cuanto a energía eólica y 11.4 GW la solar fotovoltaica.
Con respecto a la cogeneración eficiente, esta tendría 2.3 GW de capacidad, una décima menos que la hidroeléctrica, con 2.2 GW.
Un poco rezagadas quedarían las capacidades de la energía realizada mediante biomasa 0.9 GW y la energía geotérmica 0.8 GW.
De cara a 2050, se atisba la posibilidad de que las energías limpias puedan abarcar el 50% de la electricidad.
En este sentido, Beltrán enfatizó que la nueva administración del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, debe seguir los pasos que marcó la reforma energética que abanderó la saliente.
Fuente: www.expoknews.com
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