Vanesa Revelli no puede dejar de trabajar. Los tiempos
libres cada vez son más cortos, las mañanas están completas de reuniones y por
las noches se acuesta pensando en nuevas ideas. Para ella, aunque lo dice en
chiste, “es un problema”. Sin embargo, no hay que convocar a Sigmund Freud, el
padre del psicoanálisis, para entender qué le pasa. Es más sencillo de lo que
parece: tiene una profunda vocación por las energías renovables.
Desde que conoció esta pasión trabajó en distintas
compañías. Por citar una cabe mencionar a IMPSA, aunque pasó por varias.
Actualmente reside en Alemania, casi en forma compartida con Argentina, debido
a que es la directora para América latina y el Caribe de Abo Wind, empresa
germana con dieciocho años de experiencia que desde el año 2006 desembarcó en
nuestro país con vistas a desarrollar y construir parques eólicos.
¿Cómo ven los europeos el mercado eólico argentino? ¿Hay
interés para avanzar en proyectos?
Argentina es uno de los cinco países en el mundo con mejor
potencial para el desarrollo de la energía eólica. Los argentinos
desperdiciamos el viento. Acá en Alemania festejamos cuando encontramos alguna
zona que tiene un promedio de vientos de 6.4 m/s y a 140 metros de altura. A
sólo 80 metros, en la provincia de Buenos Aires, hay vientos de 8 m/s. Ni
entendemos todo el recurso que tenemos. Por eso soy partidaria de desarrollar
toda la Argentina y no sólo la Patagonia. La capacidad instalada de la eólica
no llega a 200 MW mientras que en Alemania es de 33.000 MW.
¿Y cómo se explica esta diferencia?
En Alemania la tarifa es de 92 euros por MWh. Es buen precio
porque hay facilidades para acceder al financiamiento. La tasa de interés que
dan los Bancos y organismos de crédito va de entre 1,5 y 3 por ciento y te
hacen contratos con un mínimo de 12 años. Además, hay un gran desarrollo de la
industria, con proveedores instalados en un territorio pequeño, a pocos
kilómetros y con rutas preparadas para el traslado de equipos. Se dan varios
factores. Y es importante que haya garantías por parte del Estado. Si Ángela
Merkel (canciller alemana) toma una medida hay confianza en qué se va a
respetar. En Argentina, en cambio, se paga aproximadamente un 12 por ciento de
tasa de interés y los plazos de los convenios son en promedio a 5 años.
¿Qué opinión le merece el proyecto de ley que elaboró
Marcelo Guinle aprobado en senadores la semana pasada?
Notamos que desde el Gobierno argentino empieza a haber
interés por las energías renovables. En cualquier país si el Estado no apoya no
se puede avanzar. Pero ver que el Senado aprueba el proyecto de ley por gran
mayoría, es una buena señal. Todavía falta que se trate en diputados, su
promulgación y hacen falta corregir algunos puntos; no digo que todo es color
de rosas, pero es un signo positivo. Lo importante es hacer para después tener
algo para mejorar.
¿Alcanza el precio de 113 dólares para los contratos
suscritos con los grandes usuarios?
Instalar un parque eólico cuesta lo mismo en Jujuy que en
Santa Cruz; lo importante es determinar en cuanto tiempo se puede recuperar la
inversión. Con más viento se genera más energía y más rápido se amortizan los
dos millones de dólares que cuesta instalar un Megawatt de potencia. Sería
interesante plantear un precio diferencial de acuerdo al factor de capacidad en
cada región; mientras más bajo sea el factor, más alto tendría que ser el
precio. Argentina está en condiciones de instalar 300.000 MW de potencia.
¿Cómo está avanzando Abo Wind en Argentina?
La empresa claramente cree en Argentina. Seguimos y vamos a
seguir en el país. Estamos con todos los proyectos listos; cuando despegue el
mercado vamos a estar preparados; el pensamiento de los alemanes es que cuando
llega el momento hay que estar perfectos para poder aprovechar la oportunidad.
Argentina es un país difícil por cómo cambian las reglas de juego. Pero tenemos
un portfolio por 1.000 MW de potencia, que está programado por etapas. Muchos
de ellos ya están en un alto grado de avance y en proceso de concretar el
financiamiento.
¿En qué instancia se encuentra el proyecto del parque eólico
Mangrullo en la zona del Chocón?
Está avanzado. Ya tiene inversor y está todo encaminado. Es
un proyecto para instalar 100 MW de potencia. Están las máquinas definidas y
ahora resolviendo el tema de la logística, que no es sencillo porque hay que
llevar los aerogeneradores a Neuquén. Las palas tienen 40 metros cada una y en
un camión que tiene que doblar en ruta se complica. Este es el panorama en el
traslado por tierra, pero en barcos también hay que diseñar la logística. Se
deben hacer trámites en la Aduana, disponer de un depósito en el puerto, tanto
en el de entrada como el de salida. Lleva tiempo y esfuerzo. Hay que entrenar
el personal. No hay gente familiarizada con estas tecnologías.
Fuente: Portal de Noticias Energía estratégica
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