La importancia de combatir prácticas antiéticas

En una reciente encuesta realizada por KPMG Internacional a 659 directivos de distintos sectores señalaron la importancia de combatir estas prácticas antiéticas, y de ese total 54 referentes de empresas de energía y recursos naturales coincidieron con que los principales desafíos son trabajar sobre la concientización y el entrenamiento de los funcionarios, y conocer los alcances de las normas de los países donde se actúa.

La gran mayoría de los profesionales de energía y recursos naturales (ENR) del mundo, que respondieron a una nueva investigación de KPMG International, dicen que lidiar con las prácticas antisoborno y anticorrupción (ABC) es altamente o extremadamente desafiante. ¿Qué está en el tope de la lista de desafíos para 89 % de los entrevistados? Concientización, entrenamiento y comunicaciones de los funcionarios y las diferentes normas de los países. Reconociendo la magnitud de los desafíos de ABC, KPMG International realizó una encuesta con 659 profesionales en diversos cargos y sectores de 64 países. De ese total 54 (8 %) son del sector de ENR de los cuales 38 trabajan con petróleo y gas.

Michael Wilson, Socio Líder en Gestión de Riesgo del Directorio y Líder Global en Gestión de Riesgo de Energía de KPMG en el Reino Unido comenta: “Parece que un número creciente de empresas está encontrando más difícil luchar con asuntos de ABC por causa de su complejidad, de la creciente globalización de las operaciones y la necesidad de lidiar con estos asuntos en muchos países diferentes en un ambiente extremadamente consciente de los costos. Mientras tanto, el potencial costo de dejar de cumplir las normas de ABC en alguna parte del mundo es significativo: multas considerables, la posibilidad de prisión y la pérdida de la reputación corporativa.”

De los entrevistados, el 80% también cita la gestión del riesgo en terceros como una de las áreas más difíciles de lidiar en lo que respecta al ABC. Los profesionales de ENR que respondieron a la investigación de KPMG titulada “El creciente desafío global: Gestión de la conformidad antisoborno y anticorrupción en la energía y en recursos naturales”, dicen que ellos son desafiados por la auditoría de terceros, por la variación de las normas nacionales relacionadas a soborno y corrupción, y por la realización de una investigación minuciosa. El 79% de los entrevistados de la ENR dicen que la evaluación de riesgo sus empresas examinan el riesgo potencial representado por terceros; pero el 41 % afirma que no disponen de un proceso basado en los riesgos de terceros. Según Wilson, “esta es una falla importante del programa. Un procedimiento adecuado para verificar agentes externos durante la fase de entrada de terceros puede impedir que el contagio de la corrupción se extienda por la organización. Incluso antes de la entrada, las empresas precisan emplear un gran esfuerzo para evaluar el riesgo de terceros.”

Preguntados sobre cuales áreas consideraban de alto riesgo, la mitad de los entrevistados citó la corrupción en la aduana, en las agencias de exportación, en la negociación de puertos, travesía de fronteras y aeropuertos para traer equipos y bienes para el desarrollo de proyectos de ENR fuera de su país de origen. Sobre como administran el riesgo de soborno y corrupción durante el transporte de equipos y materiales a través de las fronteras, la mitad de los entrevistados de las áreas de petróleo y gas dijo que aumenta la monitorización de las facturas de los proveedores externos de logística; el 47 % que realiza investigaciones de acompañamiento y toma medidas disciplinarias apropiadas contra funcionarios y terceros, mientras la misma proporción dijo que entrena a los gerentes de logística sobre cómo combatir esas prácticas desleales.

Aunque haya espacio para mejoras en los programas de conformidad con ABC en las empresas de ENR, las empresas son conscientes del creciente problema de corrupción y están tomando medidas para mejorar el control. En 80 % de los entrevistados de ENR sostuvo que sus empresas tiene un programa formal por escrito de conformidad con ABC; y muchas empresas tienen una variedad de armas en su arsenal para combatir la corrupción. Entre el 50% y el 69 % disponen de diversas herramientas como mecanismos de denuncias, programas de entrenamiento, monitorización continua, un encargado de acciones permanentes y evaluaciones de riesgos.

Por su parte, Roy Waligora, Líder del Sector Forense de ENR de KPMG en África del Sur, consideró que “en estos momentos más difíciles hay una carga mayor colocada sobre las funciones de conformidad para administrar el riesgo de una manera económica. Eso puede parecer asustador, pero no precisa serlo. El primer paso es realizar una evaluación global de riesgo para encontrar las áreas de mayor vulnerabilidad, por región, función y operación. Esta evaluación, si es bien efectuada, también puede o deberá revelar los puntos débiles del sistema de protección de la empresa. Para encontrar las lagunas y rellenarlas, las organizaciones de ENR deben hacer un mejor uso de la tecnología, combinado con un método basado en riesgos, para establecer una posición defendible.”



Nota de Redacción: Recordamos a nuestros lectores la existencia del Parlamento Cívico de la Humanidad en 62 países y sede principal en Argentina, una de cuyas metas principales es llevar a todos los integrantes de la población mundial al cumplimiento de la ética en todos sus actos.

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