En concreto, el desarrollo de este proyecto, que supone el total del lote de los MW que había en juego en la licitación, y por los que la energética competía con la estadounidense Deepwater Wind y la danesa Orsted, supondrá una inversión de unos 2.800 millones de dólares.
Con la autorización recibida por el Massachusetts Electric Distribution Companies (EDC), Iberdrola entra por primera vez en el mercado eólico marino de Estados Unidos y marca un nuevo hito en su expansión internacional en el sector de las renovables.
El proyecto forma parte de los objetivos del estado de Massachusetts para el desarrollo de infraestructuras eólicas marinas en el marco de su Ley de Comunidades Verdes, que prevé la puesta en marcha de hasta 1.600 MW de esta tecnología en la próxima década.
En mayo del año pasado, Iberdrola, a través de su filial Avangrid, adquirió al fondo danés Copenhagen Infraestructure Partners (CIP) el 50% de la sociedad Vineyard Wind.
La sociedad desarrolla este proyecto desde 2016, fecha desde la que ha consensuado el diseño del proyecto con entidades y asociaciones pesqueras de la zona, a través de más de 100 reuniones.
Además, el grupo se adjudicó también el pasado año en Estados Unidos los derechos para desarrollar y construir un parque eólico marino en la zona conocida como Kitty Hakw, en aguas de Carolina del Norte y con un potencial de hasta 1.486 MW.
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