Pocas personas conocen con tanta precisión el desarrollo de la generación eólica en el país como Erico Spinadel, presidente de la Asociación Argentina de Energía Eólica (AAEE). En diálogo con este medio, el especialista explicó que la Ley 27.191 que hoy rige el segmento se comenzó a escribir en un período en que el país era “tabú” para los potenciales inversores del exterior y sufría por el drenaje en reservas del Banco Central, ocasionado por la importación de combustibles fósiles ante un alarmante déficit de generación eléctrica.
“China, a su vez, tenía parados cerca del 30% de sus recién instalados generadores eolo-eléctricos por demoras de redes eléctricas y sus industrias sufrían la detención de la producción de las turbinas por falta de órdenes de compra”, recuerda.
La solución para ambas partes, expresa, era vender a la Argentina –con financiación incluida– las turbinas que solucionarían en parte el déficit energético local, con lo cual se incentivaría la producción en China, al tiempo que su presencia se incrementaría en el país importador. “Que todo esto frenaría la creación de puestos de trabajo legítimos y que tampoco había redes aptas para recibir la eventual generación de la llegada masiva de las nuevas turbinas (las cuales vendrían con todo el personal requerido para su instalación) era tema secundario frente al impacto publicitario y político que se lograba para ambas naciones con el tema energético, por un lado, y con el impulso a la producción, por otro”, detalla.
Así, apunta, se redactaron los lineamientos principales, adaptando plazos y los MW en turbinas a importar, y la norma fue aprobada en tiempo récord antes del cambio de gobierno. “Los plazos para poder cumplir con el famoso 8% de generación a partir de fuentes renovables eran totalmente imposibles para la industria nacional, al igual que la financiación requerida de inversores extranjeros mientras continuase el tabú ya mencionado”, expone.

¿Qué pasó con el cambio de Gobierno?, preguntamos a Spinadel.
Implicó que la reglamentación de la Ley 27.191 sea tarea de los nuevos funcionarios. La autoridad de aplicación era el ministro de Energía y Minería, pero –tal como consta en la parte ya reglamentada– podía delegar resoluciones de temas especiales en un nivel no inferior al subsecretario.
Tras reiteradas demoras en esta reglamentación, finalmente la firmó el actual presidente casi en forma simultánea con la aprobación por parte del Senado del proyecto de ley del Poder Ejecutivo referente al pago a los “fondos buitre”.
¿Cuáles son las expectativas de crecimiento en el negocio bajo este marco?
Cuando algo arde hay que llamar a los bomberos, pero si los episodios se reiteran es tiempo de formar un equipo de especialistas en prevención de incendios. La ley no deja otra alternativa, para cumplir con los plazos y potencias fijadas, que la importación masiva de turbinas de marcas de primera calidad y con experiencias con los vientos, y los diferentes puntos propuestos en cada oferta. Como por obvias razones no se podrían importar e instalar los 3.000 MW que se requieren para una demanda total de energía eléctrica como la publicada por CAMMESA para 2014, y teniendo en cuenta el llamado actual de “RenovAr” por solamente 600 MW, para las futuras licitaciones hay que lograr que la industria local pueda ser oferente. Esto implica actuar para crear las condiciones que mejoren la enseñanza a todos los niveles, ya que sin educación no hay desarrollo posible.
Es de esperar que el Gobierno logre reglamentar la Ley 27.191 de manera tal que realmente sirva a los intereses de la humanidad. Si lo logra, crearemos muchos puestos de trabajo que incentivarán a los jóvenes “ni-ni” a estudiar. Éste es el mayor desafío. De sortearlo, resolveremos también otras dificultades, tales como la falta de redes aptas de transmisión eléctrica y la desconfianza de los capitales en pos de fortalecer la industria local mediante inversiones no especulativas.
Spinadel: “La ley no deja otra alternativa, para cumplir con los plazos y potencias fijadas, que la importación masiva de turbinas de marcas de primera calidad y con experiencias con los vientos, y los diferentes puntos propuestos en cada oferta”
¿Cuáles son las principales acciones que hoy está llevando a cabo la AAEE?
Nuestra labor concierne a dos espacios fundamentales. En primer lugar, ofrecemos lo que se denomina capacity building a todos los niveles. Tenemos un “Taller de Cómics” para nivel escuela primaria, en el cual los alumnos absorben con placer el concepto –nuevo para ellos– de “medio ambiente” y su conservación, dibujando –guiados por una psicóloga y un dibujante profesional– su propia historieta. En ella, el “malo” contamina el ambiente, mientras que el “bueno” lo limpia. En suma, estamos llevando el concepto de cuidado ambiental a sus hogares, que generalmente son de pocos recursos. Luego dictamos el “Taller de Pequeños Molinos”, orientado a gente de buena voluntad e interesada en el tema. Bajo la guía de ingenieros especializados, los participantes fabrican su propio molino de baja potencia a partir de materia prima que ellos mismos elaboran (incluyendo las palas y el bobinado del generador). Al cabo de seis días de labor, terminan montando, instalando y ensayando el producto en lugares adecuados (en el Gran Buenos Aires, por caso, la costa del río en Vicente López). Detalles de estos dos talleres se pueden ver en nuestro portal oficial (www.argentinaeolica.org.ar).
Por otro lado, dictamos una Diplomatura a distancia con un enfoque sistémico multidisciplinario destinado a países en vías de desarrollo. Por último, tenemos un seminario permanente para asesores de legisladores nacionales que integran las comisiones de Energía del Congreso.
Spinadel: “Crear muchos puestos de trabajo que incentiven a los jóvenes ‘ni-ni’ a estudiar es el mayor desafío. De sortearlo, resolveremos también otras dificultades, tales como la falta de redes aptas de transmisión eléctrica y la desconfianza de los capitales”
¿Y cómo es la relación de la Asociación con las empresas del sector?
Allí radica nuestro segundo espacio fundamental de acción. Coordinamos las tareas de nuestros miembros especializados, principalmente integrantes del Directorio, en conexión con los requerimientos de las empresas. Las firmas nos piden desde un estudio de vientos en lugares determinados hasta el diseño, la dirección de obra y la puesta en marcha de granjas eólicas, además del aporte de aplicaciones descentralizadas de generación eolo-eléctrica.
Las tareas se pagan a los profesionales participantes y se facturan en su conjunto a los clientes circunstanciales. Se abonan todos los gastos administrativos y los impuestos y seguros. Lo que sobra, se reinvierte. Además, hacemos de consultores de instituciones locales y del exterior, tanto particulares como estatales, que nos invitan a serlo.
Fuente: http://revistapetroquimica.com/
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