El estudio –"Desarrollo de las energías renovables marinas: condiciones de éxito en las regiones de la Red Transnacional Atlántica del Arco Atlántico"–, fue presentado en Santiago la semana pasada y concluye que esta energía tiene un doble interés en Galicia. Primero, como fabricante de complementos y aerogeneradores; y, segundo, porque sus costas presentan el mayor potencial de todo el litoral español y europeo, por debajo sólo de Inglaterra y Escocia.
Según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE), el litoral gallego es capaz de obtener potencias medias de 40 kWm (kilovatios por metro de frente de ola), más del doble de la media, y algo superiores a las alcanzadas en la costa Cantábrica (30 kWm) y en el norte de Canarias (20 kWm). Esto convierte a las olas de la costa gallega en unas de las más productivas de todo el Viejo Continente.
En Europa existe un importante despegue de la energía eólica offshore con cimentación, y gracias al apoyo de las grandes compañías del sector energético europeo se está consolidando como una de las mejores oportunidades para el crecimiento de la eólica global. Los datos de la European Wind Energy Association (EWEA) contemplan que en 2020 se habrán instalado 43 GW de potencia eólica marina y para 2030 alrededor de 150 GW. En el Reino Unido los parques eólicos marinos en funcionamiento, en construcción y adjudicados de cara a 2020 suman ya una potencia de 33 GW.
Escaso desarrollo
Al contrario de lo que ocurre en las extensas plataformas continentales de aguas poco profundas del Norte de Europa, las regiones atlánticas de la RTA se enfrentan, salvo en enclaves muy concretos de Francia y Galicia, a grandes profundidades a escasos kilómetros de la costa. Los avances en tecnología eólica con cimentación permiten la instalación de aerogeneradores en aguas cada vez más profundas, pero sigue siendo un sistema poco desarrollado e inviable aún en algunas zonas. El sistema propuesto para estas regiones pasa por el uso de bases flotantes atirantadas al fondo para los generadores eólicos.
Para poder desarrollar estos sistemas, el estudio contempla la necesidad de invertir en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías centradas, más que en la energía mareomotriz, en la undimotriz, producida por el movimiento de las olas. Aunque en la comunidad gallega se están desarrollando iniciativas de carácter privado, sigue siendo necesario disponer –según este informe- de una estación propia para poder probar y homologar los nuevos prototipos antes de su fabricación comercial. También se plantea la creación de centros para el desarrollo de las energías marinas, como el Wave Energy Centre de Portugal o la plataforma tecnológica de Francia. Cantabria, País Vasco o Tarragona, donde está en marcha el proyecto para crear el primer parque eólico marino experimental, son otras de las regiones españolas que han apostado ya por poner en marcha proyectos de inversión, investigación y desarrollo de la eólica marina.
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