El descubrimiento lo realizaron científicos del laboratorio GeoRessources y del CNRS mientras buscaban metano. En su lugar, a 1.250 metros de profundidad, hallaron un enorme depósito de hidrógeno blanco.

Esta forma de hidrógeno es natural y no requiere producción industrial, a diferencia del hidrógeno verde, que se obtiene a partir de energías renovables, o del hidrógeno gris, que se obtiene a partir de combustibles fósiles.

Para poner este descubrimiento en perspectiva, el yacimiento recién descubierto representa más de la mitad de la producción anual mundial de hidrógeno gris, pero sin los costos medioambientales.

Si se extrae con eficacia, este recurso podría proporcionar una solución energética limpia y de bajo costo que eliminaría por completo las emisiones de CO₂. Los medios de comunicación estiman el valor del descubrimiento en unos 92.000 millones de dólares.

Hidrógeno blanco: Un cambio de juego para la energía limpia

Durante años, la industria del hidrógeno se ha enfrentado a dos grandes retos: el elevado costo de producir hidrógeno verde y la contaminación causada por el hidrógeno gris.

El hidrógeno blanco ofrece una solución a ambos problemas. Como ya existe en el subsuelo, no requiere procesos de alto consumo energético, como la electrólisis, ni depende de combustibles fósiles.

Si existen yacimientos de hidrógeno similares en otros lugares, esto podría marcar el comienzo de un importante cambio en la producción de energía en todo el mundo. Países que antes dependían de costosas tecnologías de producción de hidrógeno podrían encontrarse de repente con un suministro natural de este combustible limpio.

Fuente:  World Energy Trade