Los datos, presentados ayer por la asociación ecologista Verdegaia, tendrán continuidad en 2010: las empresas que más contaminan la atmósfera en Galicia han reportado en el registro europeo un descenso del 17% en la emisión de dióxido de carbono el pasado año. Entre 2007 y 2009, las emisiones de las centrales de carbón gallegas cayeron a la mitad, aunque en los últimos meses «la producción se está estabilizando».
Galicia está, con los últimos datos en la mano, dentro de los objetivos marcados en el Protocolo de Kioto. Pero a nivel nacional, en territorio español, aunque las emisiones también han descendido desde el año 2007, éstas han aumentado un 29,8% en referencia a los niveles de 1990 (el acuerdo firmado en 1997, a través del que los gobiernos se comprometen a reducir en al menos un 5% las emisiones entre 2008 y 2012, toma como referencia los niveles de 1990). No obstante, desde la entidad ambiental esgrimen que el cumplimiento por parte de Galicia no debe esconder que los objetivos planteados en Kioto «no son ambiciosos». Por ello, Verdegaia reclama que la Comunidad marque un objetivo «propio» de reducción.
En el periodo 1990-2009, las emisiones de gases que producen el conocido como efecto invernadero, responsable del calentamiento global, aumentaron en Galicia un 1,8% (han subido a nivel mundial, pero no existen un dato global fiable). La cifra, muy inferior a la subida de 29,8 puntos para el conjunto nacional, está dentro de la tope máximo de incremento del 15% acordado en Kioto (de la media 2008-2012, sobre los niveles de 1990), pero muy lejos de la reducción del 12,7% en los países de la UE-15, los más desarrollados de Europa (los que formaban parte de la institución hasta el año 2004; a grandes rasgos todos los actuales menos los países del Este). Las causas de este aumento, el «urbanismo difuso» de Galicia, y el estímulo del transporte motorizado favorecido por la construcción de infraestructuras, que sobrepasaron el recorte en el aporte de la industria energética.
Por habitante, las emisiones de Galicia son «muy altas», explicaba Xosé Veiras, responsable de energía de Verdegaia. Esto es así por la presencia en Galicia de las centrales térmicas de As Pontes (el segundo mayor foco de emisiones de España, con 5,2 millones de toneladas de CO2) y Cerceda, ambas en La Coruña. La asociación apuesta por eliminar estas centrales y sustituir los empleos perdidos por otros en ámbitos como la eficiencia energética, las energías limpias, o la rehabilitación de viviendas.
Los responsables de Verdegaia se quejaron de que fuese la asociación, y no un portavoz del Ministerio o de la Xunta, la que presentase los datos de emisiones en la Comunidad, una situación que, a su juicio, refleja el «interés y la despreocupación» de las instituciones por esta problemática, «incluso cuando los datos no son malos». «Es como si un sindicato presentase los datos del paro», se quejaban.
Fuente: http://www.abc.es/
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