Se trata de un premio que reconoce los logros del sector y sus empresas, los esfuerzos en tecnología e ingeniería y, en general, su buen hacer. “España se merece el European Wind Energy Award por su historia de éxito. Fue un país pionero en eólica y ha desarrollado una destacada industria con líderes mundiales entre sus empresas. Estas compañías han hecho posible que la energía eólica haya sido la primera fuente de electricidad para los españoles en 2013, lo que ocurre por primera vez en el mundo”, señala EWEA.
La paradoja es que, mientras Europa premia a la eólica española por su historia de éxito, el Gobierno le da la espalda y la penaliza con la regulación más lesiva que se ha dictado jamás contra el sector en ningún país del mundo. Porque el eólico es el sector más perjudicado por la Reforma Energética.
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