En la ciudad del viento, la energía eólica brilla por su ausencia.

Comodoro Rivadavia es la ciudad del petróleo, pero también la del viento.


La ciudad del viento no está siendo aprovechada en absoluto y el claro ejemplo es el Parque Eólico Antonio Morán que queda a pocos kilómetros de la ciudad. 

El parque que cuenta con más de 20 aerogeneradores de entre 400 y 750 kilowatts está totalmente quieto a pesar de que el viento sopla con gran intensidad.

En una entrevista con el Ing. Ismael Retuerto, director técnico de la empresa NRG Patagonia, una empresa local dedicada exclusivamente a la fabricación y montaje de aerogeneradores de Alta Potencia, dió su interpretación de los hechos. 

"Cuando se construyó el parque hace unos 20 años, la energía eléctrica no estaba tan subsidiada como ahora. A medida que aumentaron los subsidios, la Cooperativa Eléctrica de la ciudad (titular del parque) fue perdiendo el interés en el parque luego de muchos esfuerzos en volver a poner en servicio las turbinas que se iban deteriorando por efecto de vientos superiores a los de su diseño. 

Poco a poco, todas las unidades fueron quedando fuera de servicio. Retuerto destaca que "las máquinas cumplieron con la energía que habían prometido generar y con buena parte de su vida útil en menor tiempo por haber sido desarrolladas para condiciones de vientos imperantes en Europa, donde funcionan la mitad del tiempo y con vientos que tienen la mitad de intensidad".

"Si bien la Patagonia Argentina tiene las mejores condiciones del mundo para la generación de energía eoloeléctrica, es importante ser preciso con la ubicación de los parques y utilizar aerogeneradores diseñados específicamente para estas condiciones". 

"La topografía puede llegar a crear fluctuaciones en los vientos de más de 100%. El viento promedio puede por ejemplo ser de 12 m/s pero las ráfagas alcanzan más de 28 m/s. Esto es en términos de ingeniería eólica, un viento Clase I. Estas fluctuaciones castigan al aerogenerador fatigando sus componentes de manera notable si no están calculados para esos esfuerzos". 

"Cuando se construyó el parque, el sector tecnológico a nivel mundial no disponía del conocimiento que hoy existe en materia de caracterización de los vientos, y en la importancia de la ajustada selección que deben tener los equipos, especialmente para condiciones tan exigentes cómo las de la Patagonia. La energía eólica era una industria mucho menos avanzada de lo que es ahora".

NRG Patagonia, respondiendo a un pedido de colaboración de las autoridades locales y provinciales, realizó con costos a su cargo el año pasado, un estudio completo para “resucitar” el parque. 

La empresa analizó cada una de las unidades y realizó una propuesta de reparación optimizando las piezas existentes y disminuyendo las que hay que comprar dado que todas las máquinas son extranjeras y en muchos casos son modelos ya fuera de producción de la danesa Micon y la española Gamesa. 

Los vientos de Clase I son los más fuertes y se ubican en la Argentina desde Comodoro Rivadavia hasta el extremo sur. Los vientos de Clase II se presentan en la franja costera y central de la Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y parte de otras provincias del centro del país como también en toda la Patagonia al norte de Comodoro Rivadavia. 

Hay que destacar que la gran mayoría de los parques eólicos europeos se encuentran en zonas de Clase II donde los molinos entregan energía eoloeléctrica un 25% del tiempo en cambio en nuestras zonas I y II se entrega entre 30 y 50 por ciento del tiempo. 


N.R.: A las certeras observaciones del Ing.Ismael Retuerto debe agregarse que al comienzo del funcionamiento del Parque, la red local no formaba parte del SIN.



Publicar un comentario