Según pudo averiguar El Inversor Online, el rojo acumulado a febrero de este año ascendió a 18.604,28 millones de pesos. Para ponerlo en perspectiva, basta decir que el monto alcanzaría para financiar la construcción de una central hidroeléctrica de gran porte (el complejo de dos represas en Santa Cruz adjudicado al consorcio de Electroingeniería y Gezhouba fue cotizado en AR$ 25.000 millones).
La deuda prácticamente se duplicó desde junio del año pasado (AR$ 10.386 millones) y desde esa fecha se aceleró, tanto que desde noviembre, el rojo creció a razón de casi AR$ 1000 millones por mes. ¿Las causas? El déficit de Cammesa es estructural y viene desde hace años, aunque en los últimos tiempos sumó nuevos elementos que agudizaron todavía más la situación.
Desde junio de 2003 y a raíz del congelamiento de las tarifas residenciales de electricidad en Buenos Aires, el saldo del Fondo de Estabilización de la empresa administradora comenzó a ser negativo. La explicación es sencilla: lo que recaudan las distribuidoras eléctricas no alcanza para cubrir los costos de generación del sistema. Ese desacople se agravó de forma exponencial en la última década, hasta que a mediados de 2013 las principales distribuidoras del país -Edenor, Edesur y Edelap- se vieron obligadas -como resultado de la falta de caja- a discontinuar sus pagos a Cammesa por la energía que compraban en el MEM.
Deuda Cammesa con generadoras
Si el funcionamiento financiero de Cammesa ya era delicado, a partir de ese momento se tornó inmanejable. La administradora -hoy gerenciada por directivos que responden al ministro de Economía, Axel Kicillof- debió postergar aún más el pago a las generadoras, el segmento ubicado aguas arriba de la cadena de valor eléctrica. Los principales jugadores de ese negocio son Endesa, Pampa Energía, Sadesa (Central Puerto), AES y Albanesi, entre otros.
Según comentaron ejecutivos del sector, la deuda consolidada de Cammesa a fines de marzo ya orillaba los AR$ 20.000 millones. La intención del Gobierno es replicar un modelo similar al ya utilizado con el Foninvemem para financiar con esas acreencias la instalación de nuevas centrales de energía cuya propiedad se repartirían, una vez construida, los privados. Pero aún no hubo novedades al respecto.
Fuente: http://elinversoronline.com/
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