En una mesa redonda en la feria del metal Mindtech, un representante de la firma Fene Qair, Pablo Alcón, ha señalado que el proceso en España ha sido "lento" y ha supuesto que "muchas empresas" se cayeran por el camino.
"Hablar del marco regulatorio en España sin un poco de frustración es un poco difícil", ha señalado en su intervención, en la que ha dicho que si hace cinco años el Gobierno impulsaba esta energía, ahora son las comunidades autónomas las que "entienden la necesidad de la eólica marina".
En su opinión, "lo positivo" es la "agilidad" del sistema de adjudicación elegido, el de concurrencia competitiva con tres derechos que se otorgarán de forma simultánea: el económico, la reserva de capacidad de acceso y la prioridad en la concesión.
Un representante de GRI Renewable, Antonio Barbosa, ha considerado "no del todo lógico" que España cuente con una "gran cadena de valor" y, sin embargo, "otros países con menos recursos" le llevan "gran ventaja".
La cadena de valor de la eólica marina
Una dirigente de Navantia Seanergies, Carla Chawla, ha apuntado que España tiene "instalaciones y cadena de valor", pero se ha preguntado si es "suficiente" para los proyectos que se avecinan.
Así, ha se ha referido a la evolución de las plataformas flotantes, ya que los primeros proyectos ejecutados eran prototipos semisumergibles de 70 metros de lado, 2.500 toneladas y 4 meses para el ensamblaje final y el periodo de pruebas, pero los que ofertan ahora tienen 95 metros de lado, pesan cerca del doble y podrían tener un compromiso de entrega de entre mes y medio y dos meses.
Además, ha incidido en la importancia de que los puertos estén preparados para el transporte y el montaje de estas estructuras.
Fuente: El Periódico de la Energía
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