La reforma tributaria planteada por Mauricio Macri incluye un impuesto a los combustibles fósiles. Según adelantó Juan Carlos Villalonga, diputado de Cambiemos, estará vinculado con la emisión de dióxido de carbono. “De aprobarse, el impuesto, que será un monto fijo, se aplicará inicialmente a los combustibles líquidos para luego, en 2020, extenderse al gas, GLP y carbón.
El dióxido de carbono (CO2) es el principal gas de efecto invernadero. Un aumento en su concentración atmosférica durante el último siglo es el que ha provocado un calentamiento del planeta que está trayendo y traerá consecuencias muy graves para la civilización. El impuesto viene a acompañar el impulso que la gestión de Macri le está dando a las fuentes limpias de producción de energía, como la solar y la eólica. Los programas RenovAr para la instalación de este tipo de generadores han sido un éxito.
Cómo será
El impuesto establece un precio del carbono mediante la definición de una tasa impositiva sobre las emisiones, o más comúnmente sobre el contenido de carbono de los combustibles fósiles. Según explicó el diputado, la aplicación de este tipo de impuesto busca enmendar una distorsión: la de las externalidades negativas que caracterizan a este tipo de combustibles, no internalizadas en la ecuación económica de los hidrocarburos.
Villalonga también señaló como un problema los subsidios que reciben los combustibles. En 2014 Argentina eran uno de los países de América latina con más distorsiones. Inglaterra, Francia, Portugal, Sudáfrica, Chile, Colombia y México tienen un impuesto al carbono como el que se plantea en Argentina. Según Villalonga, con esta modificación, los impuestos vinculados a la protección ambiental alcanzarán el 1,1 por ciento del PBI.
Fuente: http://www.lavoz.com.ar


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