El final de una era: se va el barco regasificador de Bahía Blanca

El contrato con Excelerate Energy, dueña de la FSRU (unidad flotante de regasificación) de Bahía Blanca, finaliza en diciembre y no será renovado. Sólo quedará operativala terminal de LNG de Escobar. Dudas entre algunos técnicos del gobierno.

El crudo invierno de 2007 dejó en evidencia una realidad incómoda que el gobierno del entonces presidente Néstor Kirchner prefería no ver: la declinante producción de gas no alcanzaba para abastecer la demanda de gas local. Ese año el Ejecutivo cortó los envíos del hidrocarburo hacia Chile y restringió el consumo de grandes industrias para priorizar el abastecimiento del consumo residencial. Para robustecer la oferta disponible de gas, el año próximo se apeló a una solución disruptiva, que no estaba en los planes de casi nadie. En tiempo récord, se instaló por primera vez en el país una unidad flotante de regasificación (FSRU, por sus siglas en inglés) de Gas Natural Licuado (GNL).

La planta —equipada con una tecnología prácticamente desconocida en estas tierras— se montó en el muelle de la empresa petroquímica MEGA, en Bahía Blanca. El proyecto fue liderado desde lo técnico por YPF y la empresa estatal Enarsa. Hubo que certificar condiciones y exhaustivos procedimientos de seguridad para que el barco regasificador pueda amarrar y operar al sur de la provincia de Buenos Aires.

El buque Excelsior, propiedad de la empresa Excelerate Energy, iba a estar en operaciones sólo por un añoSe terminó quedando por 10 y se convirtió en uno de los principales pulmones gasíferos del país. Con capacidad para inyectar poco más de 18 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d), se transformó en la última década una hub clave para abastecer el pico de consumo de gas que se registra en los meses de frío. Sin embargo, esa etapa llegó a su fin.

El contrato de IEASA (ex Enarsa) con Excelerate finaliza en diciembre próximo y no será renovado, según indicaron dos fuentes gubernamentales. A partir de la recuperación de la producción de gas desde Neuquén con el ingreso del volumen proveniente de Fortín de Piedra (el proyecto de Tecpetrol en Vaca Muerta), la terminal regasificadora se torna innecesaria, según los cálculos que trazó el el gobierno. Así las cosas, sólo quedará operativa la terminal regasificadora de Escobar, que es propiedad de YPF y IEASA.

La decisión del área que encabeza el secretario de Energía, Javier Iguacel, se explica desde lo técnico: con el gas incremental de la cuenca Neuquina, la capacidad de transporte de los gasoductos Neuba I, II y el gasoducto Centro-Oeste está limitada. “Los tramos finales del sistema de gasoductos para traer el gas desde Bahía Blanca a Buenos Aires no alcanza para inyectar también GNL. La decisión del gobierno es consistente”, explicó un consultor. Reportará un ahorro significativo en tiempos en que cada dólar cuenta. El contrato de alquiler anual del buque regasificador le cuesta a IEASA cerca de USD 50 millones por año. A eso hay que sumar lo que le paga YPF a MEGA por la utilización del muelle de MEGA y otros adicionales. En total, el ahorro para el Tesoro rondará los USD 100 millones por año.

Algunas voces técnicas advierten, sin embargo, que prescindir de la terminal de LNG de Bahía Blanca acarrea riesgos que el gobierno no debería correr, y menos en un año electoral. Es que, si bien la producción de gas está en aumento (creció un 8% en el año), está lejos de poder garantizar por sí sola el abastecimiento de gas en el mercado interno. Pese a la inyección de gas nuevo desde Vaca Muerta, la oferta local del fluido opera en rangos muy exiguos en el período invernal. Si llega a registrarse alguna complicación en el suministro de un gasoducto troncal, el sistema sufrirá.

Desde el Enargas, el ente regulador del sector, encararán en las próximas semana un estudio detallado para determinar la consistencia en las proyecciones de la producción de gas a corto y mediano plazo. Concretamente, el organismo quiere saber si el sistema puede operar sin el soporte de la terminal regasificadora de Bahía Blanca. “Para el próximo invierno, lo ideal sería poder contar con el buque regasificador al menos 60 o 90 días”, precisó un cuadro técnico del área energética. Pero es difícil que Excelerate acceda a esa posibilidad.

Nota del Redactor: Este tipo de decisiones demuestra el interés en cumplir con lo acordado en Paris y la fe que se tiene en el veloz crecimiento de las generaciones eléctricas a partir de fuentes primarias renovables de bajo impacto ambiental, En particular tanto la pronta reglamentación de las leyes para generación distribuida y las referentes a los PPA y PPP reflejan el interés por la disminución de la contaminación ambiental y la importancia de disminuir el costo del MWh eléctrico.

Fuente: https://econojournal.com.ar


Comentarios

  1. clemente rebich

    "El ser humano acabará en el planeta" El planeta nos sobrevivirá millones de años más. El calentamiento global está destruyendo el planeta, nuestras vidas y la de nuestros hijos, y por ello el mundo deberá considerar la reducción al máximo del gas y el petróleo que se quema para producir energía eléctrica, transportes, etc. De negar esta situación, tal calentamiento culminará en la extinción del ser humano. Por tanto, estimo una necesidad, que todos juntos, científicos, estudiantes, religiosos, gobernantes, empresarios y toda la humanidad podamos ver y entender cómo aprovechar la infinita energía de las mareas, ríos y viento, y que los científicos hagan conocer públicamente su opinión, de estos inventos argentinos para producir energía limpia. Hace muchos años logre gritar “¡Eureka!” (Arquímedes) cuando con mis experimentos caseros logre el muy simple mecanismo EOTRAC, que aprovecha únicamente la fuerza superior del viento, el gran volumen de esta fuerza infinita, que queda limitado solo a la resistencia de los materiales. Luego logre el muy simple mecanismo del G.E.M. que permite usar por separado la infinita fuerza del flujo que hace funcionar aspas superiores (palas) de cientos o miles de metros cuadrados y similar función cumple el reflujo de las mareas, y así otra vez –y más fuerte –grité “¡Eureka!, ¡Eureka!”, por este pequeño granito de arena , aunque los poderosos del calentamiento Global hagan silencio o me consideren un “chiflado”.

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