En la última semana hubo anuncios vinculados al comienzo de varios proyectos tendientes a comenzar a utilizar energías renovables en la provincia de Mendoza.
En ocasión de adjudicar los primeros terrenos en el Pasip, en Palmira, se anunció la creación del primer parque de generación de energía solar fotovoltaica. Si bien es un parque experimental con una capacidad de generación de 1 MW de potencia, es un paso de suma importancia para comenzar a desarrollar tecnologías, no solo en materia de generación sino también para mejorar la eficiencia en materia de distribución.
Se trata de un avance muy valioso de la empresa provincial Emesa porque es comenzar a trabajar en Mendoza y con profesionales locales, aparte de aporte valioso de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, a desarrollar sistemas que permitan, de a poco, comenzar a reemplazar combustibles fósiles por energía limpia, como la solar ó eólica.
En el mismo sentido, se anunció la creación de una planta de biogás en Las Heras, en un emprendimiento conjunto de Emesa con la misma Agencia Nacional, el municipio y la UNCuyo a partir de la utilización de residuos sólidos urbanos. La información oficial dice que se planea la generación eléctrica pero también podría usarse para inyectar gas en redes, sobre todo en zonas con dificultades de abastecimiento.
El biogás se obtiene de la fermentación de residuos orgánicos y puede ser una excelente oportunidad para hacer participar a la comunidad por medio de la separación de residuos.
La iniciativa es buena pero no debe quedar cerrada a las acciones científicas. La participación activa de los ciudadanos, comenzando con la clasificación hogareña, es una forma clave de toma de conciencia acerca de la necesidad de cuidar con mucho esmero el inestable ecosistema del desierto, que debe ser muy protegido y cuidado.
Estas medidas se suman a la nueva fábrica de Impsa en Mendoza donde se fabrican aerogeneradores para el Parque eólico Arauco.
Pero una de las más interesantes iniciativas fue la publicación de una Resolución del EPRE que reglamenta la posibilidad de que los usuarios mismos generen energía y le puedan vender sus excedentes a las distribuidoras.
Al sistema lo denominan “generación distribuida” e implica un primer paso para fomentar la posibilidad de que los usuarios generen su propia energía. Incluyen solar fotovoltaica, eólica, geotérmica, biomasa o mini centrales hidroeléctricas.
En este caso, empresas o particulares, en acuerdo con la distribuidora de su zona, podrían hacer las instalaciones resguardando aspectos técnicos y generar una especie de cuenta corriente con créditos por la generación y débitos por el consumo. En este aspecto, Mendoza se suma a Santa Fe y Salta, que ya han reglamentado el sistema.
Los responsables mencionaron que hay tres bodegas, ubicadas en Luján, Tupungato y San Carlos que ya tienen sus paneles fotovoltaicos y están planeando ampliar las instalaciones para también abastecer al sistema. La idea final es llegar a 20 años, y con un parque razonablemente funcionando, a un sistema inteligente de distribución, lo que ayudaría a achicar costos y optimizar el uso de esa energía.
Esto es muy auspicioso y España fue el país que con más entusiasmo lo desarrolló, hasta que hace poco un tribunal constitucional declaró la nulidad de tal posibilidad (a pedido de una compañía generadora de electricidad) y se llegó al colmo de declarar delito este sistema de generación.
Mendoza tiene condiciones para generar electricidad de muchas maneras. Incluso, algunas industrias podrían generar electricidad reciclando gases de combustión de sus propias operaciones, evitando su liberación total al ambiente.
Fuente: http://www.losandes.com.ar/
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