Ese año además, acumuló una pérdida total de $ 435 millones. Si bien los números difieren de un año a otro, las razones siguen siendo las mismas. El congelamiento de tarifas, que lleva 12 años, y el constante crecimiento de sus costos, tanto los operativos como los vinculados a los salarios del personal, según consignó El Cronista. En este caso, hay en marcha una negociación con el gremio de Luz y Fuerza, que conduce Oscar Lescano, para actualizar los sueldos de sus casi 2966 empleados. La semana pasada, otorgó $ 2000 a cuenta del futuro acuerdo que se logre en las paritarias donde el sindicato reclama una suba de 25%. Edenor obtuvo el dinero gracias a que el Gobierno canceló una deuda por la energía subsidiada que a barrios carenciados bajo su área de concesión. Pero mas allá de este parche, la empresa que controla Pampa Energía, propiedad de Marcelo Mindlin, ya advirtió que no podrá afrontar el aumento salarial por estar cada vez más complicada. Y si bien sus ejecutivos rechazan la posibilidad del default, salvo la aparición de alguna fórmula que descomprima la situación, la empresa cada vez se acerca más al fantasma de la cesación de pagos.
Fuente: Newsletter Inversor Energético y Minero
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