Han pasado muchas cosas desde la última vez (2007) que el grupo intergubernamental de expertos climáticos (IPCC) evaluó las formas de reducir la contaminación climática.
En política, fuimos testigo de cómo el cambio climático encabezó la agenda política mundial en 2009 y culminó en la Cumbre de Copenhague, del que se habla como "el encuentro internacional más importante desde la Segunda Guerra Mundial”. Los países estaban en desacuerdo en los compromisos de reducción de emisiones y desde entonces la política climática estado reñida mientras que las emisiones han seguido creciendo.
Pero las tecnologías renovables son más baratas y están listas para competir con las energías sucias. Ahora hay diez veces más energía solar fotovoltaica, seis veces más concentración de energía solar térmica y tres veces más energía eólica en el mundo que en 2007. Mientras que las acciones a nivel global son todavía modestas, las tasas de crecimiento son altas y en algunos países las energías renovables ya están alcanzando altas cuotas.
El país anfitrión para el IPCC en estos días, Alemania, una de las economías más grandes del mundo, ahora obtiene casi el 25% de su energía eléctrica de fuentes renovables, un 8% más que en 2002. Para el año 2050 tiene como objetivo satisfacer el 80% de su electricidad con energías renovables y la eliminación gradual de nuclear.
La elección entre el nuevo y el viejo sistema energético no debería ser difícil. Mientras que las energías renovables están demostrando que son competitivas, el viejo sistema se ha quedado anticuado y ha demostrado ser peligroso. El derrame de petróleo como el del Deepwater Horizon, el accidente de Fukushima y el problema de la contaminación del aire en China están acelerando la transición hacia una energía más limpia y segura.
Espero que el informe del IPCC refleje estos cambios en el sistema energético, ya que describe la magnitud del cambio que se necesita en este y otros sectores. Tenemos que conseguir que las emisiones lleguen a cero. Y se puede hacer. Muchas ciudades, regiones e instituciones de todo el mundo ya han establecido. o incluso alcanzado, las metas para ser 100% energías renovables.
Aquí está la clave para que los gobiernos dejen de estar atrapados en peleas interminables acerca del "reparto de los compromisos de reducción de emisiones" y para abrir los ojos y enfrentarnos a la realidad. Las actuaciones por el clima ya no son una carga, pues significan inversiones en energía limpia e inteligente. Tienen la tecnología, el dinero y la inteligencia para reemplazar y cambiar nuestro sistema de energías peligrosas por uno basado en energías limpias y seguras. Estamos a tiempo para evitar un cambio climático catastrófico.
¡Sigamos en ello!
Fuente: http://www.ecoticias.com/
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