Caso testigo: Se inicia el primer arbitraje internacional por el conflicto de un contrato de energía renovable en Argentina

Se disputa la recisión de un contrato que ejecutó el Gobierno anterior como consecuencia de las demoras del grupo inversor interesado en la construcción de un parque solar en San Juan

En julio de 2018, el entonces Ministro de Energía, Javier Iguacel, instruyó a la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista (CAMMESA) a iniciar el proceso de recisión de dos contratos: uno eólico, Vientos Reta, y otro solar, el Parque Solar Sarmiento.

El funcionario, que hacía poco tiempo asumía la conducción de la cartera, se decidió por aplicar sanciones a las  firmas que mostraban incumplimientos en la construcción de centrales de energías eólicas, solares, de biomasa, biogás y pequeños aprovechamientos hidroeléctricos.

El parque solar Sarmiento, por caso, fue proyectado en la localidad de Media Agua, provincia de San Juan. Y adjudicado en la Ronda 1.5 del Programa RenovAr, lanzada en 2017, por una asociación entre SOenergy International INC y Sybac.

Técnicamente, las empresas participaron de la licitación bajo la Sociedad Específica ENERLIMP SA con una oferta que proponía la puesta en marcha de un parque solar de 35 MW que comercializaría energía renovable a 53 USD/MWh.

Una vez que Enerlimp selló el contrato con Cammesa, intentó venderlo a grandes compañías del sector, principalmente de capitales locales, que, por distintos motivos, nunca concretaron la operación.

Esto, hasta que desembarcó otra internacional con experiencia en el rubro, Gigawatt, que mostró intenciones firmes de adquirirlo, al punto que inició trabajos en el terreno desembolsando importantes sumas de dinero.

Para conocer sobre el proceso, Energía Estratégica conversó con Fernando Miguel Gersberg, Director para Latinoamérica, y Presidente en Argentina de Gigawatt.

“Soenergy y Sybac nos ofrecieron la compra del parque solar porque ellos no podían hacerse cargo, y aceptamos porque era un buen proyecto. En ese momento, nos sentíamos bendecidos de lo que después fue traumático, porque nos llevó mucho dinero, tiempo y esfuerzo”, expresó.

Formalmente, no se había definido la transacción, pero se conversó sobre el valor que tendría y las negociaciones estaban avanzando. De hecho, Gigawatt hizo aportes para encarar las obras, a pesar que todavía no se había terminado la SPA.

Un día de julio de 2018, a través de una nota que publicó este portal, Soenergy y Sybac, se enteraron de la instrucción que Iguacel hizo a Cammesa para iniciar el proceso de recisión del contrato.

Sobre este hito, el empresario recuerda que las autoridades “intimaron a Soenergy y Sybac a que remedien la situación informando que sino el contrato iba a ser desafectado”.

Y admite que “hubo una paralización total en las empresas y nos enteramos de la recisión del contrato por una nota de Energía Estratégica”.

Primer juicio internacional

Luego de dos años, Fernando Miguel Gersberg explica que se está atravesando un arbitraje internacional para definir sobre la situación del contrato.

Sería el primero del sector de las energías renovables, adjudicado durante el Programa RenovAr, que atraviesa un proceso de estas características.

Las partes que participan de este litigio son Soenergy, Sybac, Cammesa, e indirectamente Gigawatt, quién tiene prioridad de compra del proyecto.

La estrategia

En tanto, Soenergy apunta a ser juzgada en un tribunal de Nueva York, mientras que Cammesa, en principio, como parte demandada, propone otro “juez” para litigar en Buenos Aires.

Según pudo averiguar Energía Estratégica, todavía no hay acuerdo entre las partes acerca del juzgado que trataría el expediente, lo que podría demorar la resolución varios años.

Esto, siempre y cuando no se alcance una conciliación, como en realidad pretende la empresa que tuvo demoras para concretar la inversión.

Como dato de color, Gersberg menciona que aun cuando el proyecto estaba a tiempo de continuarse por la vía institucional sin conflicto, Soenergy no alcanzó a tiempo para ampliar las garantías: lo hizo dos horas más tarde de lo permitido.

Esa fue otra justificación más para ejecutar el contrato de Enerlimp, que no cayó bien en la empresa, a pesar de la inacción para mostrar resultados en los hitos que marca la licitación.

“Hubo una profunda incompetencia a la hora de estudiar cómo se trabaja esto en las leyes nacionales, códigos civil y comercial de la Nación. Hubo una interpretación liviana de lo que es un contrato”, apuntó Gersberg.

Y cuestionó que “hubo un mal manejo del entonces ministro, después secretario, Javier Iguacel, y tampoco fueron receptivos por parte de la Subsecretaría de Energías Renovables»

Siguiendo la idea expresó: «Entiendo la posición de Sebastián Kind y creo en el cumplimiento de los contratos. Pero también creo en la rigurosidad y no en la rigidez”.

Dado el contexto general del sector en 2018, “Iguacel quería darle una lección al mercado”, interpreta Gersberg.

Y si bien la intención era mostrar que se ejecutarían las multas ante incumplimientos, para sancionar a las firmas que se suponía especulaban con vender contratos sin intenciones de construir efectivamente, la dura realidad económica y financiera del país hizo que estas medidas tuvieran luego distintas interpretaciones.

Las sucesivas prórrogas que hubo en las subastas de RenovAr son un ejemplo para los privados que atraviesan el proceso judicial.

«En un país normal la empresa ya estaría fuera de competencia por incumplimientos», opinó sin embargo otro referente del sector que conoce de los asuntos legales de las energías renovables y prefirió no ser citado en el artículo.

Se sostiene en las sucesivas demoras y falta de resultados en la construcción que tuvieron este y otros proyectos adjudicados en las licitaciones públicas.

Por su parte, Gersberg entiende que “hubo discrecionalidad de los funcionarios”, considerando que otras firmas se encuentran en situación similar pero no fueron tratadas con el mismo rigor que plantea la normativa vigente.

“Nosotros nos consideramos damnificados porque no fuimos atendidos por el vendedor del proyecto, que ocultó la situación, y tampoco por el Gobierno”, cuestiona el empresario.

El contrato que hoy está en arbitraje internacional sigue perteneciendo a Sybac y Soenergy, pero Gigawatt tiene prioridad de compra, por acuerdos alcanzados durante el proceso.

Concluyendo su versión de la historia, el titular de Gigawatt, plantea que “se podría haber remediado la situación”.

Y asegura que “hasta que nos den por muertos vamos a seguir insistiendo, ya que fue nuestra intención desde un primer momento”.

Contratos complicados

Las complejidades que sufrió la economía argentina en los últimos años, sumada a la improvisación de algunas empresas que apostaron «negocios golondrinas», hace que decenas de proyectos de energías limpias se encuentren en una situación compleja de resolver.

Si bien la intención de Sebastián Kind, ex Subsecretario de Renovables, fue buscar una solución y postergar los plazos de obra para así dar posibilidades a que se puedan concretar inversiones pendientes, entendiendo los inconvenientes que se desataron en el acceso al financiamiento, Gustavo Lopetegui, ex Secretario de Energía, evitó firmar resoluciones en este sentido.

Esta herencia que deja el Gobierno anterior ahora quedará en manos de Andrea PolizzotoBacur, la nueva Directora Nacional de Energías Renovables, no por casualidad, abogada y especialista en mediación.

Fuente: Energía Estratégica


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