CADER compartió su escensario energético 2040 con foco en la diversificación y descentralización

El análisis de los empresarios destaca el potencial de las distintas fuentes de generación renovable y la participación que proyectan para cada una en la matriz nacional. ¿Qué ocurriría con los precios en la tecnología?, ¿qué indica la curva de aprendizaje?

La Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER) fue uno de los 11 escenaristas que participaron en la tercera edición de la Plataforma Escenarios Energéticos. En esta oportunidad, se trabajó tanto sobre previsiones de la oferta como de la demanda energética, lo cual hizo mucho más complejo el ejercicio.

La intención del grupo de empresarios fue trabajar los indicadores acordados en la plataforma y proponer un escenario donde se desplace a los fósiles de la matriz energética y se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero en el periodo analizado.

Producto de aquello, el diagrama polar de indicadores multicriterio del escenario de CADER dio a precios razonables penetraciones altas de renovables, descentralización y mucha diversificación de la matriz.

Entre los resultados que arrojaron los análisis, Marcelo Álvarez, presidente de CADER, destacó un rol importante del almacenamiento y las bioenergías para contar con energía firme despachable en el sistema eléctrico.

No obstante, en su escenario, las energías que crecen en mayor medida son las renovables variables.

En la evaluación de la potencia instalada al 2040 se destaca un gran incremento de la solar, aunque esa no sería la única variable a considerar.

“Solar tiene mayor participación en lo que es potencia pero en lo que es energía está casi en la misma cantidad que eólica porque el factor de planta de esta última es más grande. En Argentina, el factor de capacidad de las plantas eólicas está en un 50%, mientras que en solar está al rededor del 25% a 27%”, observó Álvarez.

Se incorporan también a este escenario otras opciones tecnológicas que aprovechan los recursos locales como: bioenergéticos de segunda y tercera generación (incluyendo marinos), geotérmica, STC, eólica fuera costa, undimotriz y «power-to-gas»; en pos de contribuir a la descarbonización, el balance comercial y la flexibilidad de todo el sistema, haciéndolo más diverso y confiable.

Sin embargo, en el proceso de diversificación de la matriz con renovables la sustitución tecnológica queda en un segundo plano cuando se trata la propuesta de un cambio de paradigma, de un cambio en el modelo de producción y consumo.

A partir de allí, la reducción relativa de demanda de electricidad por el uso eficiente y racional de la energía en transporte, en el sector residencial y en el sector industrial se vería potenciada con la adopción simultánea y sinergia de renovables en particular cerca del uso final.

En aquel sentido, la generación distribuida cobra protagonismo. Aunque es necesario destacar también que en un análisis detallado se advierte que avanzando con más generación distribuida que lo previsto desde el modelo se obtiene un precio medio más alto.

“La generación distribuida así como las renovables están castigadas por precios futuros. Ya los valores que pusimos para Argentina al 2030, en 2016 ya se habían superado a la baja (…) La curva de aprendizaje en la teoría se desarrolla más lentamente que lo que la vivencia indica”, detalló el Álvarez.

Aplicando una reducción del costo de distribuida y planificando la diversificación con complementariedad y descentralización, este escenario en términos de precios tendría ordenadas al origen más altas que otros modelos.

Fuente: www.cader.org.ar


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