El funcionario informó que el único proyecto del sector atómico que seguirá en marcha es la construcción de la central de Angra 3, cuyas obras ya se iniciaron.
Zimmermann aseguró que el uso de energía atómica en el corto plazo no es necesario, ya que la demanda brasileña puede ser atendida por plantas hidroeléctricas y otras fuentes complementarias, como eólica, térmica, gas natural y biomasa.
El viceministro estimó que la construcción de nuevas plantas atómicas tampoco será incluida en el plan energético brasileño para el período 2021-2030, pero afirmó que, a partir de esa fecha, "probablemente habrá espacio para entre cuatro y ocho centrales nucleares".
Por su parte, el presidente del ente encargado de elaborar los planes energéticos de corto y largo plazo en Brasil, Mauricio Tolmasquim, admitió que la tragedia de la planta nuclear de Fukushima en Japón sí tuvo un impacto en el país sudamericano.
"Tras el problema de Fukushima, un accidente grave, no sólo Brasil sino todo el mundo se dedicó a analizar y evaluar el uso de energía nuclear”, sostuvo.
Tolmasquim aseguró que Brasil tiene "una situación cómoda, con gran potencial hidroeléctrico y potencial eólico, de gas, de biomasa".
La decisión implica un aplazamiento del plan de expansión de la oferta de electricidad elaborado durante el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, que contemplaba la construcción de entre cuatro y ocho plantas nucleares hasta 2030.
Fuente: http://www.andina.com.pe/
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