El precio de la energía era el criterio de mayor importancia en la adjudicación de los proyectos y destacó la oferta de la empresa brasileña Coxilha Negra, que ofertó cerca de U$S 75,11 con un descuento del 30,69% para los tres parques que ganó en el sur del país.
El gobierno pagará por la energía subastada un precio medio aproximado de U$S 85,08 por MW, que corresponde a un valor 21,5% inferior al tope marcado por el ministerio. Esto supondrá la negociación de contratos por unos U$S 11.232 millones a lo largo de los veinte años.
La gran mayoría de los parques eólicos adjudicados se concentra en la región noreste del país, la que cuenta con mejores regímenes de vientos y también la más pobre de Brasil.
En esa zona, se destacaron los estados de Río Grande do Norte, con 23 parques aprobados, Ceará, con 21, Bahía, con 18 nuevos proyectos, y Sergipe, con uno. En el estado de Río Grande do Sul, en el extremo sur del país, instalarán los ocho parques eólicos restantes.
Hasta ahora, en Brasil existen 36 parques eólicos en operación que suman 602 megavatios, otros diez proyectos que suman 256,4 megavatios están en fase
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