Bolivia asume la presidencia de la CELAC y celebra sus cinco años de incorporación de renovables

Este 2019 será un año en el que Bolivia mostrará avances concretos para ser el “corazón energético de Sudamérica”. Si bien la potencia instalada de ERNC aún no supera el 5% de generación se espera un incremento al 12% en los próximos años.

La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) será liderada por el Estado Plurinacional de Bolivia a partir de hoy, lunes 14 de enero. Esto es así porque en horas de la mañana El Salvador entregó a Bolivia la presidencia pro témpore de la CELAC para este 2019.

Entre los últimos compromisos fijados por los Ministros de Asuntos Exteriores miembros de la CELAC junto a la Unión Europea se renuevan las aspiraciones para trabajar estratégicamente la energía incorporando renovables.

“Seguiremos mejorando la eficiencia energética y el ahorro, así como la accesibilidad y la calidad del suministro energético; desarrollando y desplegando energías renovables; y promoviendo las redes de interconexión energética, velando además por la diversificación y la complementariedad de la matriz energética”, puntualiza la declaración de los ministros ‘Construyendo puentes y reforzando nuestra asociación para afrontar los desafíos globales’ (ver documento completo).

En el caso de Bolivia, los objetivos previstos por el actual presidente Evo Morales en la Agenda Patriótica 2025 (consultar agenda en línea) determinan como objetivo la diversificación de la matriz energética en el país, a través de la incorporación de un mayor porcentaje de tecnologías que trabajan con fuentes renovables al Sistema Interconectado Nacional (SIN).

El incremento sería pasar de un 3% de ERNC que se daría en la actualidad, a un 12% en 2025, porcentaje que debería sumarse a la generación hidroeléctrica que hoy representa un 25% de la matriz nacional y que aspira a significar un 74% en total, quedando las termoeléctricas en un 23%.

De acuerdo a declaraciones del ministro de Energías, Rafael Alarcón, Bolivia tiene una demanda interna de 1.472 megavatios y una oferta superior a los 2.100 megavatios, lo que deja un excedente superior a los 600 megavatios de energía eléctrica. Estas cifras llevaron al país a proyectarse como el “corazón energético de Sudamérica” y se espera que este año se muestren claros avances de las obras que iniciaron en 2018 que fomentarían la exportación.

A partir de allí es que se estima que se desarrollarán más de 500 MW en proyectos renovables en Bolivia al 2022. Estos corresponden al menos a 18 emprendimientos sustentables por unos 159 MW de potencia eólica, 128 MW solares, 105 MW de geotermia, 100 MW de minihidroeléctricas y 40 MW de biomasa.

Aquel proceso inició en el 2014 con la entrada de operación comercial e inyección al SIN del parque eólico Qollpana; el cual, con una inversión de 7,6 millones de dólares en su primera fase, dio inicio a la diversificación de fuentes de generación de energía aportando una potencia instalada de 3 MW, a través del montaje de dos aerogeneradores.

Hoy, según información oficial del Ministerio de Energías y Mina, Qollpana en sus dos fases, alcanza una potencia instalada total de 27 MW inyectados al SIN; además de otros proyectos eólicos como Warnes, Cotoca y El Dorado en Santa Cruz, y La Ventolera en Tarija.

Fuente: www.runrunenergetico.com/


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