El cineasta australiano e investigador Neil Barrett finalmente está dando a este grupo crítico una voz en su nuevo cortometraje, "La forma en que el viento sopla".
En el cortometraje de Barrett, 15 productores agropecuarios y algunos de sus vecinos del distrito central de Victoria, cerca de la ciudad de Waubra cuentan lo que es vivir rodeado de grandes turbinas.
En promedio cada uno gana A$ 8,000 al año por cada turbina instalada en su tierra. Un propietario de tierras con diez turbinas se despierta cada mañana sabiendo que un año difícil con una mala lluvia o muchas heladas puede ser apaciguado, gracias a los ingresos generados por la instalación eólica.
Todos los entrevistados de Barrett dicen que pueden oír las turbinas, pero no dicen que están molestos por ellos o sufren de algún problema de salud que atribuyen a las turbinas. Si hay un fenómeno como el "síndrome de la turbina de viento", parece que es una condición que, sorprendentemente, se puede prevenir con "la droga" llamada dinero.
Nota completa y Fuente: http://theconversation.com/
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