Argentina y Canadá

Argentina y Canadá analizan la producción de energía eólica y a base de hidrógeno en bases antárticas argentinas. 

La ministra de Defensa, Nilda Garré y una delegación canadiense examinaron proyectos para el desarrollo de la energía eólica y la producida a partir del hidrógeno en bases antárticas argentinas, informó hoy la cartera castrense.

El rector de la Universidad de Québec, Miguel Ringuet, destacó en la reunión “la preocupación de la Argentina por la preservación del medio ambiente y por la reducción de las emisiones de carbono”, mediante tecnologías energéticas alternativas y limpias. Por su parte, Garré subrayó la importancia de avanzar en “emprendimientos conjuntos”.

Los dos países comenzarán a trabajar en un proyecto para la instalación de torres en Base Esperanza, en la Península Antártica, donde capturarán los fuertes vientos del lugar, con ráfagas de hasta 400 kilómetros por hora.

Ringuet explicó que el proyecto se realizará a través del Instituto Antártico Argentino, con el que la Universidad de Québec coopera desde hace varios años.

Como miembro del Tratado Antático, la Argentina se comprometió a preservar el medio ambiente en el llamado “continente blanco” a través del reemplazo progresivo del uso de combustibles fósiles.

En este sentido, la delegación canadiense propuso desarrollar la tecnología y el proyecto industrial para la producción de hidrógeno, que en un futuro cercano podría abastecer a las bases antárticas.

La idea es combinar el uso de la potencia eólica y el hidrógeno para producir energía.

Además, las ciudades de Québec y Comodoro Rivadavia trabajan para instalar el Parque Eólico en esa zona, con la cooperación de la empresa estatal rionegrina Invap.

Los primeros pasos comprenderán la conformación de equipos técnicos para el desarrollo de las investigaciones y buscar financiamiento para el proyecto.

En este sentido, se iniciaron contactos con la Cooperativa de Energía de Comodoro Rivadavia, Invap, la estatal Enarsa y la empresa YPF-Repsol.

Garré propuso además estudiar el proyecto que el organismo científico-tecnológico del área de Defensa (CITEFA) impulsa con el Ejército para la fabricación de la llamada pila de hidrógeno, que permite almacenar la energía de este origen y tomar en cuenta la experiencia de Estados Unidos en la materia.

En cuanto a la energía eólica, que aprovecha la fuerza del viento, además de renovable es limpia porque elude la combustión y la liberación de dióxido de carbono, con sus consecuencias en el efecto invernadero y el cambio climático.

Además de Ringuet, integraron la delegación canadiense el alcalde de la ciudad de Rimouski, Eric Forest; el director del Instituto de Ciencias del Mar de la Universidad de Québec, Serge Demers; el responsable de la Generación de Energía Eólica de esa casa de estudios y otros tres expertos.

Junto a Garré, participaron de la reunión el director del Instituto Nacional Antártico dependiente de la Cancillería, Mariano Mémolli y el jefe del Estado Mayor Conjunto, brigadier Jorge Chevalier.

También lo hicieron funcionarios de Defensa, entre ellos el subsecretario de Innovación Científica y Tecnológica, Andrés Carrasco, a cargo de la coordinación de proyecto.

Fuente Sur54- 11/06/08


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