Argentina - Está condenada a constituirse en una potencia a nivel mundial - Parte IV

En efecto, el programa de incentivo a las fuentes alternativas de energía eléctrica en Brasil, “PROINFA”, iniciado en el año 2002, es hoy una realidad tangible.

El objetivo del programa consiste en incrementar la participación de Energía Renovables, a fin de diversificar la matriz energética, mediante la instalación de 3.300 MW, desagregados en partes iguales entre turbinas eólicas, pequeñas centrales hidroeléctricas y centrales que utilizan como fuente energética la biomasa.

El programa fomenta la participación de los Productores Privados Independientes, quienes tienen garantizada la compra de la electricidad entregada al Sistema Interconectado Nacional por medio de Electrobrás, durante un período de 20 años, a una tarifa establecida por el Ministerio de Minas y Energía. Se ha creado la Cuenta de Desarrollo Energético, para garantizar los fondos necesarios, prorrateada entre todos los consumidores, con excepción de la población de bajos ingresos. Y como no podía ser de otra manera, el BNDES es la principal fuente de financiamiento de los proyectos del PROINFA. Luego de varios tropiezos iniciales, el mercado eólico brasileño creció hasta superar los 1.000 MW en la actualidad.

Por su parte, el Programa de Energía Eólica en Uruguay –PEEU-,  una iniciativa conjunta del Gobierno Nacional con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, ejecutado por el Ministerio de Industria, Energía y Minería a través de la Dirección de Energía, y financiado por el Fondo Global Para el Medio Ambiente, es una realidad también tangible.

La historia de los parques eólicos para generación de energía eléctrica a gran escala en Uruguay es reciente, desde el 2006, año en que se puso en marcha el primer parque eólico del país. Desde 2009, con la instalación del Parque Eólico Cerro de los Caracoles, Uruguay cuenta con un parque eólico de última tecnología, capaz de responder a las difíciles exigencias requeridas por los sistemas eléctricos para la integración de grandes potencias eólicas.

Pero su expansión no se detiene, y la construcción e inauguración de parques continúa, no siendo difícil prever que la potencia eólica instalada en Uruguay podría alcanzar los 1.000 MW antes del año 2015, superando todas las expectativas.

Dado el potencial de energías renovables que presenta la Argentina, para seguir la política pública que viene consolidándose en los años recientes, Cassagne sostuvo que será necesario unir aún más los esfuerzos entre los sectores privado y público para el desarrollo de la infraestructura necesaria que permita alcanzar las metas fijadas de generación, más aun en un escenario financiero que no resulta, por el momento, altamente auspicioso.

Cuáles son los Objetivos de Energía Renovable Hacia el Futuro

Los especialistas consultados coinciden en que nuestro país debe fomentar el incremento de energías renovables.

A eso apuntan los programas GENREN, a intentar lograr el objetivo de alcanzar el 8% de la matriz eléctrica. Según fuentes de la propia Secretaría de Energía argentina, se instalarán 2.500 MW de generación de energía renovable como consecuencia de estas políticas públicas.

“Si bien resulta difícil que la matriz energética en Argentina alcance un 8% de contenido de energías renovables en el plazo establecido por la normativa, lo cierto es que debemos realizar los mayores esfuerzos tendientes a ello, mediante la implementación de políticas e instrumentos específicos, orientados, básicamente, a la concreción de proyectos de generación de energía eólica, aprovechamientos mini hidráulicos, y centrales térmicas en base biomasa”, concluyó Cassagne.  


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