Podemos imaginarnos ese artefacto como si fuera un enorme aerogenerador. Solo que en lugar de hacer girar una pala enorme alrededor de un eje, lo que supondría un enorme peso y tensión, se utiliza solo el borde, funcionando como una cometa dando vueltas sujeta de un cable.
Este planteamiento aprovecha el extremo del ala olvidándose del resto de las partes menos productivas del ala. Los aerogeneradores alojados en su borde giran produciendo electricidad durante el vuelo y disminuyendo la velocidad del viento. El cable sirve a la vez como anclaje y como elemento conductor de la electricidad a la base en el suelo.
El ala es capaz de ponerse ella sola a volar. Al no llevar ni combustible ni baterías, su fuerza de empuje es alta en relación a su peso. El ala se sitúa verticalmente y los aerogeneradores actúan como las hélices de un helicóptero, elevándola a una altitud de 200 metros. Cuando la velocidad del viento desciende por debajo de 3,5 m/s, la velocidad necesaria para generar electricidad, el ala se reorienta y adopta su configuración vertical (hover mode) alojándose de nuevo en su base.
En la página de Makani Power hay más información sobre este novedoso aerogenerador.
Volando a esa altura (la altura máxima que puede alcanzar es de 600 metros) no supone un peligro para las aves o los murciélagos. También dispone de señalización para preservar la seguridad de los aviones.
Fuente: http://www.ison21.es/
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